El RGPD, o Reglamento General de Protección de Datos, incluye cuatro derechos principales para los usuarios. Se trata de los derechos ARCO.

Si buscáramos un paraguas conceptual del reglamento de los reglamentos en materia de protección de datos, quizá podría ser la frase “toda persona debe poder tener control sobre sus datos personales”.

Hasta aquí parece lógico, ¿para qué hacer un reglamento tan complejo si solo queremos asegurarnos de eso? ¡No es tan simple! Y es que el RGPD tiene muchos matices para asegurarse de que no quede ningún fleco suelto, ya que los flecos suelen convertirse en brechas de seguridad que el malware y los hackers aprovechan para colarse. ¿Y qué pasa cuando se cuelan? Que roban información sensible de la empresa en cuestión. Y, a veces, esta información puede consistir en nuestros datos personales.

Para eso, nacieron los derechos ARCO, para garantizar que todo usuario tuviera la máxima autoridad sobre sus datos. Estos se resumen en Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición. Antes de repasarlos todos, debemos recordar que el ejercicio de estos derechos es absolutamente personal. Esto significa que si no es el titular de los datos, su representante legal o uno acreditado quien realiza la solicitud de acceso, rectificación, cancelación u oposición, el responsable de la información puede denegar la petición. Y será legal que lo haga.

Los derechos ARCO

  • Derecho de acceso: consiste en el derecho a preguntar a los responsables de un fichero de datos (que contenga los del usuario en cuestión) si esa información está siendo tratada. Por parte del poseedor de los datos, este deberá explicar la finalidad, histórico y previsión de las acciones llevadas a cabo con la información. Desde el momento de la solicitud de acceso, el responsable tiene 30 días para resolverla.
  • Derecho de rectificación: este derecho da la posibilidad de modificar los datos personales, aunque estén en posesión de una empresa. Para hacerlo, se deberá justificar de qué datos se trata y aportar documentos que ayuden a certificar que la modificación es real.
  • Derecho de oposición: en el presente caso y el siguiente, nos encontramos ante las opciones más “radicales” que un usuario puede tomar en relación a sus datos cuando están en posesión de una empresa. El derecho de oposición consiste en poder oponerse al tratamiento de los propios datos en el caso de que se hayan obtenido sin consentimiento, se usen con finalidades publicitarias o que el tratamiento de los mismos tenga por finalidad adoptar una decisión que vincule al afectado.
  • Derecho de cancelación: aunque ninguno de los anteriores tenía un nombre muy ambiguo, este quizá sea el más claro de todos. Consiste, como habrás adivinado, en el derecho a solicitar la supresión de los propios datos, siempre que resulten inadecuados o excesivos. Cuando se ejerza este derecho, debe indicarse el dato que se quiere cancelar y el motivo, siempre aportando documentación que justifique la rectificación solicitada.

Un entorno más seguro para emisor y para receptor

Los derechos ARCO buscan, en definitiva, servir como red de protección a todos los usuarios, para que tengan claro que no están solos en un universo tan amplio como es el de Internet. Y para asegurarse de que las empresas que quieren tratar datos para ofrecer un buen servicio, pueden hacerlo garantizando la mayor seguridad a sus usuarios.

 

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Artículo redactado por:

Lisa Hofmann

Chief of Legal Operations de Pridatect | Especialista legal certificada en protección de datos por la institución alemana de servicios relacionados con la seguridad TUEV. Con amplia experiencia en ayudar a empresas en el cumplimiento de la privacidad.

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